sábado, 27 de septiembre de 2014

Segunda Temporada—Como solíamos hacerlo.


Capitulo Dos: Aquel desesperado deseo del corazón.
Tom


—Te amo, Tom. Tom te amo, promete que algún día volveremos a estar juntos. Tom eres el amor de mi vida.
Aun podía oír su suave y dulce voz en mis sueños, para mí siempre era un placer soñar con su rostro, poder volver a tocarla en mis sueños era algo enfermizo pero también era lo más cerca que podría estar de ella.

—Tom…Tom—Sentí un leve empujón y abrí nuevamente los ojos
— ¿Qué hora es?
—Son las 6:30 am, ya vamos a aterrizar.

Un viaje no muy agotador de Francia a Leipzig, no me agradaba mucho volar pero mi padre quería que estuviera lo más pronto posible en Alemania ¿Cómo si en verdad me necesitara en la empresa? Mire atreves de la ventana cuando el avión comenzó a descender. Y me volví a sumir en mis pensamientos y recuerdos. Mire de reojo a Nicole que llevaba en sus brazos al pequeño Dave, no fue nada fácil convencer a mi padre que ese niño no era mío, cuando le dije que quería que Nicole viniera igual conmigo y se quedara unos días en la casa mi padre pensó que era mi amante y que le pequeño Dave era mi hijo. Y estuvo a punto de retirar su supuesta oferta de trabajo aunque él quería un nieto y que la madre fuera Adela, yo no estaba seguro de hacerlo. Solo regrese para verla para estar una vez más cerca de ella. Para buscar una forma de poder acercarme a ella y de decirle todo lo que nunca le había dicho.
Al llegar ya Paul nos esperaba afuera del aeropuerto me recibió como se suponía que debía hacerlo mi padre, y me dijo que teresita me había preparado mi comida favorita para la cena. Y él pensó que Nicole era mi novia y que el pequeño Dave era mi hijo y Teresita creyó lo mismo. Y mi padre no estaba y mi madre tampoco. Como cuando tenía quince años, volvía a estar solo.

—Nicole, necesito que me organices mi agenda, de acuerdo al plan de trabajo de mi padre. Mañana iremos a conocer la empresa.
—Si pero necesito buscar alguien que cuide a Dave.
—Por eso no te preocupes, querida—Teresita se acercó a ella y extendió sus brazos para cargar al niño— ¿Puedo?
—Claro. —Le dijo mientras le entregaba al bebé
— ¿Cuántos años tiene?
—Uno, apenas cumplirá 2 en junio.
—Es hermosa y muy tranquilito—Dijo Tere con cierto aire maternal. —Tom, hijo tus padre nos tardan en llegar, los vas a esperar o te ayudo a desempacar.
—No. Voy a salir.
—Pero acabas de llegar. Pensé que querías darte un baño y dormir un poco son las 10 de la mañana.
—Si nana, me voy a bañar pero no creo poder dormir.
—Bueno hijo, entonces prepare tu tina y regreso en seguida.

Teresita siempre había ocupado el lugar de mi madre, y Paul el de mi padre. Sabía que ellos estaban casados y que Tere nunca pudo tener un hijo, y entonces cuidarme a mí fue como un gran regalo para ellos y para mí. Todas las navidades las había pasado a lado de ellos y también los cumpleaños. Y ahora que esperaba un poco de cambio de parte de las personas que se hacían llamar mis padres, no lo veía.  Antes en mis duros días de adolecente un chico llamado Daniel me ayudaba a no sentirme tan mal, aunque en realidad ese chico no existía y en su lugar existía una chica hermosa de cabello lacio y muy rojo, un poco testaruda, muy agresiva y nuevamente hermosa llamada Adela. Ella igual que su otro yo Daniel me habían ayudado mucho. Y justo ahora no tenía a ninguno. Nicole era una gran amiga pero no era lo mismo a ella la quería mucho y a Adela la amaba. Me sumergí en la tina de agua tibia más de media hora con los ojos cerrados pensando en que estaría haciendo ella, como seria, en recordar su tacto y sus suaves manos al tocarme.

—Adela—Suspire muy hondo al recordar su bello rostro.
Y decide que era tiempo de salir e ir a buscarla a averiguar si estaba en la ciudad si ella igual estaba pensando en mí.

—Nicole, ¿te molesta si te muestro mañana la ciudad? Ahorita tengo un asusto que resolver.
—No importa yo estoy desempacando.
—Gracias, por eso te quiero.

Salí en dirección al garaje ahí mi padre tenía guardadlo todos los automóviles y es que algo que compartíamos era eso el amor a los buenos coches. Y tome las llaves del primero que vi. Solo quería ir a algún lugar en donde ella pudiera estar.
 
“Qué demonios haces, ni siquiera sabes si está en la ciudad”

Estuve a punto de estamparme contra un poste de luz cuando escuche esa extraña voz en mi cabeza.
“Vamos no seas estúpido, de seguro ella ya tiene a alguien más, regresa a tu casa y toma un trago o dos”

¡Joder! Me estoy desquise ando cada vez un poco más Nicole tenía razón y tenía que dejar de tomar y empezar a buscar solución a mis problemas.  Frene de golpe frente al parque en donde solíamos juntarnos y entonces recordé a Andy, un chico rubio y muy inteligente pero poco popular hasta 4 año del instituto justo cuando comenzó a llevarse conmigo, siempre vivió a mi sombra él y Georg solían ser mi sequito de seguidores. Pero ahora no sabía en donde estaban y tampoco creo que Andy me siguiera agradando después de que intento y fallo muchas veces quitarme la atención de mi hermosa ex novia Adela.
Observe el lugar, y se veía diferente el parque estaba pintando en su totalidad de un carmesí intenso y la cafetería seguía ahí. Sonreí y continúe mi camino hacia mi destino. No sabía qué demonios hacia ese día y menos porque estaba conduciendo hacia la casa de los tíos de Adela. Si el señor Gordon me había prohibido aparecerme a no menos de 10 metros de su casa. Pero tenía la necesidad enfermiza y demente de verla.

“Enserio que eres un imbécil, joder ya ve a otro lado. Ella no está aquí”

Suspire y me asuste a un más, si te hablaban voces en la cabeza era porque enserio estabas algo tocado o tenías un enfermedad mental o simplemente era que no había dormido lo suficiente. O al menos eso quería hacerme creer.
Me estacione en la esquina de la casa de los Trumper y baje del coche sin pensarlo, y como por arte de magia comencé a caminar en dirección a la reja que estaba en la entrada la cual llevaba a un hermoso jardín y después del agradable jardín a la puerta principal.
“¿Qué demonios haces Tom Kaulitz? Regresa ahora mismo al coche, ella no esta”

—Cállate—Me dije a mi mismo mientras avanzaba hacia el lugar.

Y en ese momento paso algo que me hizo retroceder; un grupo de personas salió de la casa, dos chicas y tres chicos. El más alto era ligeramente más moreno que cuando se fue de Alemania, estaba mucho más alto que antes, y su cabello era rubio. La chica que iba tomada de su mano era más bajita que él, su cabello era café y sus bonitos ojos lo miraban con tanto amor. Eran Ariana y Bill. A su lado estaba Gustav riendo con Georg al cual le se le habían formado unos músculos y se veía más grande y malo que cuando estábamos en secundaria.

—Enserio que no me puedo creer que sean novios—Dijo mientras observa a la otra pareja. La chica observo a Georg y se quitó la gorra que tenía en su cabeza.
Su cabello era largo y caía como cascada hasta la cintura, su tez era blanca y sus ojos verdes, estaba más alta y su perfecta figura no había cambiado mucho, era delgada hermosa y hermosa.
— ¿Cómo sucedió?—Ella tomo la mano del otro chico y sonrió.
—Es una larga historia.

Su novio era más alto que ella, y tenían un pequeño parecido su tez era igual de pálida su cabello era de un rubio platino sus ojos azules y no era para nada el tipo más inteligente.

“Te dije que regresaras al coche, que imbécil eres. Vamos no te quedes ahí, camina y lárgate de ahí, ella ya tienen a alguien”. Ordeno mi subconsciente y por primera vez le hice caso.

Como era posible que Andy sea el novio de Adela, no podía ser cierto. Tenía que ser una pesadilla. La peor sin duda alguna. O una clase de broma. Si eso tenía que ser. Adela mi Adela no podía estar ahora con ese imbécil.

Así que lo que quedo de la semana me la pase preguntándole a papá cuando estaría Adela en la empresa su respuesta fue pronto. Pero desde que llegue habían ido a limpiar una oficina mi madre me conto que esa era la misma que ocupaba en fallecido padre de Adela. Y que sería de ella; así que cada tarde después de ir a la empresa me iba a estacionar a una esquina de su casa esperándola. Pero ella nunca aparecía incluso una noche me quede ahí hasta al amanecer pero ninguna chica de cabello rojo salió de ahí. Una semana desde que había llegado y ella no aparecía en la empresa.

—Hola buenos días. ¿Qué se le ofrece?
—Hola, esta Georg.
—No, él está en el hospital.
— ¿Le ocurrió algo?
—No. ¿Quién habla?
—Soy Tom, Tom Kaulitz—La madre de Georg se demoró un poco en contestar a lo mejor tratando de recordarme.
—Ha Tom. Bueno mi hijo está en el hospital ya sabes él es un gran medico ahora.
—Oh claro. Me podría decir como lo localizo.
—Llámale al consultorio.
Y después de cortar la llamada hice otra esta vez me contesto su secretaria.

—Buenos días ¿En qué le puedo ayudar?
—Se encuentra Georg.
—El Medico ahora no puedo contestar está en una cirugía, ¿Es usted su paciente?
—Si…eh…no en realidad no.
— ¿Entonces cómo puedo ayudarle?
—Necesito una cita. Lo más pronto probable.
—Qué le parece hoy a las—El sonido de los dedos tecleando se escucharon—Hoy a las 6:30 ¿Le parece bien?
—Si está perfecto.
—Sea puntual señor Kaulitz. Que tenga un bonito día.

Y corto la llamada.

Tenía que ir y averiguar un poquito más de Adela, del imbécil de Andy y Georg era un gran amigo mío a menos esperaba que lo siguiera siendo.

—Sabes es una gran sorpresa, cuando leí mi agenda de citas nunca espera encontrar tu nombre. Ahora Tom dime en que te puedo ayudar. ¿Qué tienes?—Desvié la mirada observando su consultorio en la pared colgaba cada uno de sus diplomas y reconocimientos y en el escritorio una placa que decía Medico, cirujano en General; Georg Listing. Vaya que me sentía como un completo estúpido ahí. — ¿Qué te duele?
—El corazón.
—Tom eso es muy grave. ¿Te has hecho estudios?
—No seas imbécil. Hablo en sentido figurativo. —Me examino y suspiro decepcionado.
—Tom si quería una cita de amigos me hubieras llamado al celular. No me hagas perder mi tiempo.
—Tienes que decirme si es verdad que Adela es…es—Dolía decirlo en voz alta.
—Se van a casar. —Dijo después de un largo silencio.

Se me desfiguro el rostro y esta vez sí me dolió el corazón. Pensé que solo eran novios que no iban en serio que tal vez tendría una oportunidad.









4 comentarios:

  1. No, no, no
    Juro que morire si te demoras en actualizar :)

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  2. Konichiwa (?)
    Acabo de leer lo último que has publicado y todo esto me anima a terminar mis historias troncas.

    Pobre Tom ya quiero saber que pasara y que otras sorpresas nos esperan.

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  3. Cojones ojala a Toma se le ocurra algo. :(

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  4. Ay noo pobre Tom..!!

    Siguelaaa Cataa .. Esta interesantee :)

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