miércoles, 2 de agosto de 2023

Capitulo 8




  Él fue el que me beso, admito que igual lo bese, y fue el mismo el que termino el beso. Lo mire con mucha incomodidad, y lo empuje ahora si tuve éxito, tome mis cosas y salí de ahí sin mirar atrás.

—Tom...soy Adela. —Le dije cuando el contesto

—¿Qué pasa Adela?

—Puedes venir a buscarme, quiero estar contigo.
—Si ¿en dónde estás?
—En casa de Andy, es que como él era mi pareja para hacer la tarea.
—Si ya voy. —Me quede esperando.

Y Andy salió de su casa.

—Adela...perdón por besarte, pero lo he querido hacer desde que llegaste a la escuela. Y sobre lo que te dije de Tom es completamente cierto. No estoy con él solo por ser su amigo, estoy con él porque busco una forma para vengarme de él y de su padre.  Y ahora que tu estas con él...

—Andy, a mí no me interesas, y aunque suene así de cruel prefiero decírtelo.

—¿Él te interesa?

—No sé.

—Soy yo...creo que soy yo el que debería estar en su lugar. —Negué con la cabeza—Debería de ser
yo en lugar de él.
—Te acabo de conocer, y si puede que...—No sabía que palabras usar. El prácticamente me confesaba todo.
—Andy lo siento, y de una vez te
claro que no soy Daniel. Como piensas tú.

—Eso lo probare. —Sentí otra presencia y cuando lo miré ahí estaba. Tom sonreí aliviada.

—Hola Andy ¿Qué vas a probar?

—Pronto lo sabrás Tom.

—Creo que es hora de irnos Tom.

—No vemos después Andy.

—Adiós.

Caminamos sin saber a dónde ir...Tom me tenía de la mano, no decía nada lo cual a mí me
beneficiaba pues ideaba un plan.

—¿A dónde vamos?

—No sé. Tengo una idea. ¿Tienes dinero?

—Si ¿para qué?

—Iremos a un lugar.

—Entonces esperamos un taxi.

—No ¿para que un taxi? El autobús ya está ahí.

—Señale el autobús.

—Eh...no es más cómodo un taxi. —Lo observe— De acuerdo, jamás me he subido a un autobús. —Lo mire un instante y después comenzó a reír

—Tiene que ser una broma todos alguna vez se han subido a uno.

—Pero yo no. ¿Y como es posible que tú si? Tu padre tenía y siguen teniendo el dinero para no usar el autobús.
—En Berlín es más cómodo usar el transporte público. Así que entonces sera tu primera vez en un autobús. Vamos. —Lo jale y caminamos hasta él.

—Esto es raro. —No me paraba de reír. Tom era un niño mimado y siempre había andado en su
automóvil con Paul, yo no había nacido con necesidades económicas, pero papá me enseño todo eso, decía que debíamos de vivir como la
gente normal y tomar un autobús era parte de la vida cotidiana. Tom paso una de sus manos alrededor de mis hombros y cuando gire un poco mis rostro el me beso, no me lo esperaba pero me gusto Últimamente me gustaba todo eso.

—Tom ¿de verdad tu nunca...?—Negó con la cabeza y volví a reír.

—Se lo que piensas y si nunca he viajado en autobús es porque a mamá no le gusta.
—Es raro, pero no me sorprende para nada.

Cuando llegamos a nuestro destino, platicamos de muchas cosas y él otra vez toco el tema de Daniel, no entiendo porque le obsesionaba tanto mi yo masculino. Pero tampoco le tome mucha importancia. Él se dio cuenta cuando deje de hacerle caso, en mi mente eso ya estaba resuelto.

—¿Cómo puedes vivir así?

—¿Cómo?

—Sin tus padres, perdón que lo pregunte pero tú siempre estas sonriendo sin importar lo que haya
pasado siempre tienes esa sonrisa que te distingue de las demás chicas. Que en lo particular a mí me gusta mucho.

—Mi mamá me pidió antes de morir que no llorara por ella, no más de lo que debía. Fue duro los primeros meses y después de lo de mi padre fue peor, pero vivir con mis tíos, vivir aquí me ha dado nuevas perspectivas, claro que los extraño pero no creo que a mi madre le gustaría verme triste como lo estuvo mi papá. Mi abuela siempre me ha dicho que las personas cuando mueren no  debemos llorar más de lo necesario porque no las dejamos descansar. Y creo que él tiene razón, yo dejo que ellos me cuiden y no tengo porque llorar el destino es así de cruel, te quita las cosas, pero
suele devolverte cosas mejores. En este caso, si ellos no hubieran muerto, creo que no hubiera
venido aquí, y no te hubieras cruzado en mi camino. Tom...—No estoy acostumbraba a  mostrar mis
sentimientos, pero ahora sentía la necesidad de decírselo. —Creo que nunca había sentido lo que siento por ti.

—¿Qué sientes por mí?

—Muchas cosas. Odio, cariño, y...—La ultima no la pude decir era una palabra que si bien
sabia era muy cruel para él. Se quedó callado y me dedico una sonrisa muy ancha. No me sentía
mal por estarlo engañando con el asunto de Daniel, era lago que quería hacer y algo de lo que
jamás me arrepentiría. Al menos planeaba salir viva y con el corazón completo en ese juego al que me había arriesgado a entrar.

***

Desde hacía unos cinco o Seis años existía un rumor, una especie de leyenda que no se había comprobado y que con el pasar de los años se había ido deformando, por qué con los años se había dejado de contar.

Las familias de Tom y de Andy eran de las más importantes del pueblo y había muchos rumores a su alrededor que contaban que la madre de Andy y el padre de Tom estuvieron involucrados en una relación extramarital.

Pero el padre de Andy los había descubierto, y había asesinado a la madre de Andy. Y es que desde que el rumor había estallado nadie sabía nada de la señora Brawl.

La casa de Andy al igual que la de Tom era muy grande, y en ambos casos sus padres estaban ausentes a decir verdad es que seguían siendo socios.

Recordé que en el tiempo que estuve en casa de Andy no ví a su mamá, solo muchos sirvientes que se encargan del bienestar del niño de la casa, que ya no era tan niño y al igual que Tom tenía un vínculo muy fuerte con su niñera y su chófer que lo llevaban a todos lados.

¿Acaso ese era el motivo por el cual Andy odiaba a Tom y se la pasaba esperándo la oportunidad para vengarse?

—Hola...—Mire de reojo a Andy que tomaba su lugar a mi lado—¿Estas molesta?

—¿Debería de estarlo?

—No sé—Me miro mientras dibujaba garabatos en mi libreta—Lo lamento si  hice algo que te molestara.

—No te preocupes suelo olvidar con rapidez las cosas que no me gustan o afectan.

—Que bien, ese es mi único problema que no
puedo olvidar las cosas que me afectan o incomodan.

—Deberías de tratar de hacerlo, porque como bien te dije no me interesa en lo más mínimo lo que tú
pienses.

—Tienes razón Adela. Por cierto te vez muy bien así.—Una de sus manos acariciaron mi
cabello, la mayoría del tiempo lo llevaba atado con una coleta o solo me hacía media cola , pero
hoy por ciertas razones lo había llevado completamente suelto, solo con mi fleco y ya.

—Adela. Hay que hablar. —Dijo mi Bill acercándose a mi pupitre Tom aun no llegaba así que me puse de pie y camine con Bill hasta su lugar y me senté a su lado.

—Hable con el...me dijo que sí.

— ¿Y qué vamos a hacer cuando Andy se haya convencido que son dos personas diferentes?

—Pues Daniel solo nos ayudara ese día, cuando tú ya sabes este convencido volveré a ser Daniel.

Esa mañana antes de alistarme para la escuela, había hablado con otro primo, que se llamaba Daniel  Y muchos decía que tenía un parecido conmigo, ese era el motivo por el cual había recurrido a él. Y acepto ayudarme, el día en el que él y Tom se reunieran yo igual iba a estar ahí, para que Andy nos
viera juntos y dejara de sospechar.
Después yo volvería a suplantar a Daniel


jueves, 11 de septiembre de 2014

Epilogo.




 Epilogo.




31 de Diciembre del  2008. New York, EUA.
— ¿Y cómo te trata América?
—Pues muy diferente que Europa. Pero sabes es bueno que hayan decido pasar las últimas semanas aquí en new york, aunque sabes  Cambridge es igual de bonito que New York.
—Pues ya quiero ir, Bristol igual es hermoso—Aseguro mi primo, apenas ayer llegue a Leipzig y mamá estaba muy preocupada porque tendremos que viajar en víspera de año nuevo, no quería que pasaras año nuevo solo. Pero sabes que casi todos los vuelos están saturados.
—No te preocupes Galletas y yo estamos bien. Y mañana en la noche ya estarán aquí.
— ¿Y qué cenaste?
—En italianis, sabes que me fascina la comida italiana. ¿Ustedes que cenaron?
—Pues mamá no quería hacer nada sin ti, así que no preparo cena papá pidió pizza.
—Bueno mañana prepararemos una cena con mamá.
—Adela me tengo que ir, nos vemos mañana.
—Vale, y Feliz año nuevo.
—Igualmente. Te quiero mucho pelos de zanahoria—Dijo mi primo antes de cortar la llamada.
Hacia un año exactamente que me había mudado a Cambridge para estudiar Economía en la universidad de  Harvard, mi primo por otra parte se había ido a estudiar a Bristol Inglaterra. Por lo que sabía Andy igual estudiaba en Harvard pero él estudiaba en la escuela de medicina. Que se encontraba en Boston. Por lo que no me lo toparía rondando por Cambridge. Y eso me ponía muy feliz. Hacia frio pero me gustaba el frio, mis tíos y yo habíamos quedado de pasar unas semanas de vacaciones en New York. América era muy bonito pero para nada igualaba a Alemania, aunque el frio de New York me había recordar un poco a mi Alemania natal. Galletas comía muy a gusto en el asiento trasero de mi automóvil, mientras yo leía un libro que me habían encargado en la escuela. Bueno en realidad no lo leía, solo veía la tarjetita que había leído hacía dos años ya en un hermoso arreglo de flores que Tom me envió como disculpa, aunque en realidad yo no tenía que perdonarlo, él era más bien el que tenía que perdonarme. Y también ya hacían dos años desde que se mudó a Berlín, y dos años desde que no sabía nada de él. Más que por las revistas de economía y empresariales que solía leer, en ella casi siempre mencionaban al señor Kaulitz y a su familia y lo último que leí era que su único hijo se había ido a estudiar la universidad a Paris Francia pero enserio dudaba que Tom eligiera una carrera en economía o algo así, pues bien sabía que Tom no tenía cabeza para eso.

— ¿Quieres ir a dar un paseo?—Mire mi reloj y eran las 11:00 pm de la noche, pero estaba esta estacionada enfrente del central park y quería ir a dar una vuelta, realmente no tenía nada que hacer. Galletas me miro y ladro varias veces, aprobando mi petición.

Le coloque su correa y me puso un gorrito en la cabeza mis guantes y salimos al frio de aquella noche. A pesar de que habían pasado dos años, seguía esperando a que Tom reapareciera en mi vida, después de todo lo amaba y sabía que él me amaba a mí. No me sentía triste aunque si sentía que algo me faltaba. Aquel lugar estaba solo. Pero no importaba, de todos modos ya estaba acostumbrada a estar sola, bien recuerdo que mi única compañía desde que murieron mis padres, había sido mi perro. Con el que ahora estaba paseando en un parque solitario de América. Pensando en Tom. Y en cosas que no valía la pena recordar.
Me senté en la banca más cercana y deje que galletas corriera después de todo le hacía falta y él amaba tanto el frio y la nieve como yo, porque después de todo extrañábamos nuestro país de origen. Lo observaba y sonreía porque después de todo estaba sola en año nuevo a mil millones de kilómetros de mi país. Galletas se acercó corriendo mientras gruñía hacia un lugar oscuro, me dio miedo y me levante de la banca.
—Es hora de irnos—Le dije mientras lo tranquilizaba—Vamos, bebé—Pero no hizo caso y entonces de entre los arbusto salió un perro que se aventó contra el mío y empezó a gruñirle pero lo olfateo y entonces me miro a mi y camino como si nada, se paró de dos patas para que la acariciara—Oye yo te conozco—Le dije y mi corazón empezó a palpitar muy deprisa. Busque su medalla de identificación y en ella relucía tan brillante el nombre que quería encontrar.
Nombre: Caramelo.
Propietario: Tom Kaulitz.
Dirección: Av., 6 Paris Francia.
Trague saliva y busque a Tom si caramelo estaba aquí el igual debía de estarlo.
Sentía que mi corazón se iba a salir de mi pecho en cualquier momento.
Gracias, pensé que se había perdido. Parece que le has agradado. —La voz de Tom procedía detrás de mi espalda.
—Tom—Me gire sobre mi cuerpo y ahí estaba el.
—Adela—Me miro igual de impresionado que yo y permanecimos callados.
—Tom ¿Qué haces…?
—Lo mismo me pregunto.
—De vacaciones.
—Igual yo.
Permanecimos en silencio, observándonos unos a otros.
—Demonios ¿Qué haces aquí a estas horas? New york es una ciudad peligrosa, en especial para niñas tan hermosas.
—Solo quería dar un pase.
— ¿Quieres dar un paseo?—Dijo y me ofreció su mano. La misma que yo tome, antes de empezar a caminar. No podía creer que él estuviera ahí. Pero ahí estaba como siempre, como si no hubiera desaparecido por mucho, tiempo. Caminamos por la oscura y fría noche.
—¿Y qué tal te va Tom?
—Muy bien.
—Ahora vives en Francia
—¿Sí y tú vives aquí?
—No yo vivo en Cambridge.
— ¿Estudias en Harvard?
—S. pero por esta semana estoy aquí con mis tíos y Bill.
Caminamos por un buen rato escoltados por nuestros Perros, hasta que llegamos a una pista de patinaje, a la cual había ido unos días atrás y todo estaba tan solitario. Posiblemente todos estrían en sus casas con sus familias.
—Es muy hermoso aquí
—Mucho, pero nada como estar en Alemania.
—¿Extrañas Alemania?
—Mucho
—¿Me extrañas?
—Como no tienes idea.
Miramos a vernos, y Tom acaricio mi rostro.
— ¿Te he dicho que me encantan tus ojos?
—Muchas veces—Sonreí. —Te amo.
—Te amo.
Dijo y entonces apoye mi cabeza en su hombro, Tom consulto su reloj.
—Feliz año nuevo Adela.
—Feliz año nuevo Tom.

Y entonces nada podía ser mejor, estaba ahí con el contemplando el hermoso cielo de América, escuchando a lo lejos unas campanas que indicaban el inicio de enero. Por ahora todo era perfecto…



miércoles, 10 de septiembre de 2014

Capitulo Final



Capitulo Final...


-So-sorpresa-tartamudee cuando Tom me observaba y luego la pulsera que llevaba en la mano derecha, que con letras azules decía en letra mayúscula "TOM", no sabía que hacer pero el peso de Tom empezaba a incomodarme Georg se apresuró a quitarme a Tom de encima que aún estaba en trance, mientras Gustav me ayudaba a levantarme. Me miraba sin dar crédito a lo que pasaba. Su cerebro aun no procesaba lo que sus ojos veían. Un silencio sepulcral invadió el ambiente junto con la lluvia que iba cesando.
-Tom, yo- dije sin saber cómo continuar, me veía hecho una furia y claramente decepcionado.
-Tom. -Vete al diablo-me dijo mientras se quitaba la pulsera de su mano derecha que con letras rojas y mayúsculas decía "ADELA"- Y todos ustedes igual
Y sin dejarme decir algo más, se subió al primer taxi que paro cuando se disponía a irse, ahora todas las miradas estaban puestas en mí. No sabía qué hacer, sentía como si de pronto mis piernas estuvieran clavadas al pavimento, pero el dolor me recordó que no. Simplemente gire sobre mi misma y eche a caminar lo más rápido que pude.
-Adela-grito Andy. -Déjala-escuche decir a mi primo, mientras me alejaba de ahí. Pensando en nada. Por qué ahora no podía pensar en nada.
Narrador:

-Dos días-dijo el tío Gordon mientras caminaba nervioso por la sala, mientras la comitiva que se había reunido ahí lo observaba perder los estribos iba golpeando las paredes, mientras su mujer sollozaba sentada esperando no oír noticias malas. El perro chillaba muy triste a lado de Simone-¿Porque la dejaste ir sola? Bill y si le paso algo malo a Adela, no me lo perdonaría. Ella es muy inteligente pero que tal y...dios no quiero ni pensarlo. -Papa tranquilo, la policía ya esta buscándola -Pues no parece- Se dejó caer resignado y demasiado tenso. Miro a los amigos de su sobrina.
 -Querido-dijo al fin Simone- te aparare un té para que te tranquilices. -No se preocupe, yo lo hare- Y Ariana fue. Directamente a la cocina.
Pasaban ya más del medio día, afuera caía con fuerza un aguacero que por ratos se detenía y luego volvía a caer con más fuerza. Galletas se acostó en el regazo del tío Gordon y llorisqueo más fuerte. El silencio reinaba en la sala, los Chicos solo bebían de vez en cuando te y esperaban a que sus teléfonos timbraran y tener noticias de Adela. Las orejitas del pastor Alemán llamado galletas comenzaron a moverse y bajo de un salto a lado del tío Gordon y comenzó a ladrarle.
 -Ahora no-dijo el hombre molesto, pero el perro echo a correr a la puerta se paró de dos patas como queriendo abrir la puerta-Está bien ¿quieres salir? Pues vas a salir- el tío Gordon abrió furioso la puerta y entonces Adela que había estado recargada contra la puerta desde hacía 5 minutos cayo de rodillas. -Adela-dijo y todos se apresuraron a ver que ocurría-Vamos ayúdenme chicos-dijo su tío llevándola al sofá más cercano. Tenía la mirada perdida, su ropa estaba mojada y su cabello sucio y desordenado y también tenía sangre seca, podría ser del de hacía dos días.
-Tenemos que llevarla a un hospital -No, no- le hablo ahora mismo a mi padre dijo Georg-Sería mejor que la ayudaran a Bañarse-le dijo a la tía de Adela.-llévela a su habitación, mi padre no tardará en llegar.-aseguro mientras buscaba en la agenda de su celular el número de su padre.
Dicho esto Andy y Bill la llevaron a su habitación mientras en el baño ya la esperaba su tía. El padre de Georg no tardó en llegar, así que la reviso de inmediato Adela estaba acostada en su cama, observaba la luz del foco con la mirada perdida.
-Adela ¿qué te paso?- le pregunto el padre de su amigo cuando comenzaba a revisar los latidos de su corazón y sus signos vitales-¿Adela puedes escucharme?- ella solo asintió y siguió observando la luz. - ¿quién te golpeo de esta manera? Dime alguien intento abusar de ti-ella negó con la cabeza y apenas distinguía los rostros de sus tíos.-Dios santo-dijo el Doctor cuando observo el termómetro-tiene temperatura muy alta, y necesito suturar la herida de su ceja. Pero antes necesito que le den un baño de agua fría para bajarle la temperatura. Su tío se apresuró a llevarla al baño ahí el dejo con su tía que la desvistió y la ayudo a entrar a la tina.
-¿Que paso con ella? -No sé-contesto su tío -Nosotros si-dijeron Bill, y los chicos- Pues quiero escucharlo-dijo con severidad y ellos tardaron más o menos lo mismo en contar la historia que lo que tardo Simone de bañar a su sobrina.
-Su respiración es muy débil y aun no le baja la temperatura, le voy a poner una inyección-los tíos de Adela observaban al padre de Georg trabajar, mientras galletas impaciente llorisqueaba en el rincón del cuarto de Adela.
-Se podrá bien. La inyección no tardara en hacer efecto, le puse una inyección contra el tétanos pues tenía una herida cerca de la rodilla al parecer se lastimo con la herrería de algún jardín, deje unos medicamentos en el buró de la habitación con las indicaciones. Si se pone mal llámenme y vendré a verla de inmediato.
Esa noche Georg regreso con su padre a casa, A Ariana la llevo el tío Gordon por otro lado Gus y Andy habían hablado a sus padres e iban rumbo a sus casa. También galletas se acostó a un lado de Adela mientras llorisqueaba con violencia en su regazo sin saber cómo consolarla. A las dos de la mañana su tío entro a su habitación para darle una pastilla y se quedó ahí hasta que ella se durmió y a las 4 de la mañana Adela sufrió un ataque de. Pánico, lloro con mucha fuerza, mientras gritaba el nombre de Tom, el padre de Georg acudió casi al instante a la casa de los Trompar y le puso un sedante muy fuerte que la chica durmió casi dos días enteros.
-Corazón ¿Cómo te sientes?-el rostro de su tía fue lo primero que video.
-Me duele mi cabeza-lo dijo tan bajito que su tía tuvo que acercarse más de li normal.
-No es para menos has dormido mucho pero el doctor dijo que te hará bien-Adela se incorporó un poco y miro a su tía-¿Tienes hambre?-Simone acaricio el rostro de su sobrina maternalmente. Y sonrió mientras galletas de un salto estuvo en la cama. Adela lo miro, le ardían los ojos y no recordaba lo que había pasado en la semana.
-¿Que paso? -¿No lo recuerdas?-ella negó y permaneció callada observaba a su tía. Y entonces empezó a recordar algunas cosas, sus ojos se inundaron de lágrimas.
-Tranquila- Simone le dio unas palmaditas en la espalda pero ella siguió llorando.

Y sin embargo los comenzaron a pasar muy rápido para Adela, que había dejado de ir a la escuela. Por supuesto que los maestros aceptaron dejarles actividades, y Andy era el que se había cargo de llevarle cada una de las tareas, para él era bueno porque estaba cerca de Adela, pero a ella le daba igual pues no hablaba con nadie, era como si el no estuviera ahí. Cada vez se sentía muy triste y la mayor parte del tiempo se la pasaba fingiendo que dormía cuando no hacía más que pensar en Tom. Muchas veces se le había ocurrido ir a casa de Tom pero no sabría con qué pretexto salir de su casa sin que su tío pidiera llevarla el mismo, además salir de casa implicaba ir nuevamente a la escuela y no quería ver a nadie. Una mañana al despertar se dio cuenta que en el buro de su cuarto había un hermoso ramo de flores con girasoles y rosas rojas, sus flores favoritas.

-Llegaron hoy, tiene una tarjeta- le indio su tía mientras acariciaba las flores- Son tus favoritas Adela.- la chica se incorporó y busco la tarjeta y leyó el contenido.

“Para la niña más bonita, sé que las flores nunca podrán igual tu belleza, pero sé que te darán un poco de armonía y aroma a tu habitación. Perdóname por lo que paso, yo no podre perdonarme. Espero que te recuperes y que no te preocupes por mí, yo estaré bien siempre que tú lo estés. Te amo.
Tom Kaulitz.

-¿Y quién te las mando?
-Tom-Dijo sin ánimos, mientras guardaba la tarjetita.
-Andy esta abajo, le diré que suba-Adela asintió y se sentó por completo en la cama, estaba más triste que nunca pero sabía que Tom la amaba. Ahora solo tenía que buscar la forma para hablar con él.
-Hola Bonita-Adela miro a Andy
-Necesito de tu ayuda-era la primera vez que Adela le dirigía la palabra y aquello le sorprendió.
-Dime-la miro extrañado
-Necesito ir a ver a Tom.
-Adela no te sacare de tu casa para ir a ver a ese imbécil.
-Por favor…-suplico-No lo hagas por él, hazlo por mí.
-Pero que tal que él no quiere verte.
-Entonces nunca más volveré a verlo.

Y después de convencer a su tía Andy la llevo hasta la casa de Tom, se estaciono enfrente de la casa de Tom. Adela se apresuró a salir, aún estaba muy débil pero cruzo la calle corriendo. Y se quedó un poco confundida, en la calle de la casa de Tom habían camiones de mudanza y en la reja había un letreo que decía “Se vende” entro a la casa y se topó con la niñera de Tom.
-Señorita Adela ¿Qué hace aquí?
-¿En dónde está Tom?
-En su habitación, pero…-Y Adela subió corriendo las escaleras dejando con la palabra en la boca a Tere.
Cuando llego a la habitación de Tom, abrió de golpe la puerta. Tom observaba por la ventana.
-Adela-Se quedó de pie junto a la puerta y se dio cuenta que ya no había nada en ese cuarto.
-¿Cómo supiste que era yo?
-Te vi bajar del auto de Andy
Ambos permanecieron callados y ella no sabía que decir, caramelo había entrado a la habitación de Tom, la observaba y después camino hacia Tom.
-¿Por qué están vendiendo tu casa?
-Mi familia se muda a Berlín.
-¿Qué, pero porque?
-Mi padre tiene negocios ahí
-¿Pero porque te vas?
-Tengo que ir con mi familia.
-Dijiste que no te irías.
-¿Por qué habría de quedarme?

Permanecieron en silencio y Tom al fin le dio la cara, la observo estaba ahí parada en el umbral de la puerta más hermosa que nunca. Aun tenia algunos moretones y los puntos de su ceja aún no se habían caído. Tom se estremeció y sintió mucha culpa porque el tenia parte de la culpa él fue quien la  había golpeado hasta que los chicos lo detuvieron.
-Por mí-Dijo y desvió su mirada al frio piso del cuarto vacío de Tom.
-No podría-Le dijo mientras se acercaba a ella.
-Pero yo te amo y sé que me equivoque pero…
-No es eso Adela-La interrumpió y tomo su rostro entre sus manos-Es solo que nunca podre perdonarme todo esto, por mi culpa estuviste en quién sabe dónde te golpee te lastime, y sé que tengo muy bien merecido eso de Daniel pero…
-Yo te amo Tom-Adela comenzó a llorar y Tom la abrazo estuvieron así por un rato.
-Lo se cariño y yo te amo más de lo que piensas, pero no quiero volver a verte llorar y menos por mí.
-Tom-dijo entre sollozos.
-Adela no puedo más, tengo que irme. Pero solo quiero que sepas que yo estaré bien siempre que tú lo estés. Y que no importa cuánto tiempo pase. Toda mi vida te voy a amar.-beso con mucha ternura los labios de Adela mientras acariciaba su cabello.-Te amo.

Le dijo antes de salir de dejarla ahí, en la habitación vacía.

-Oye Adela-Por fin le dijo Andy cuando estuvieron en la habitación de ella.- Siento mucho que Tom se haya ido.-Adela permaneció en silencio mientras se acostaba en la cama.-Tu tía me dijo que te tomaras tu pastilla
-Si claro-Andy se dirigió a la mesita de noche y sirvió agua en un vaso, luego se lo dio a Adela ella lo trago rápido y abrazo a Andy.-Gracias por llevarme a verlo-Tenia mucho tiempo que no hablaba con nadie y además se sentía demasiado triste. Andy le daba unas palmaditas en su espalda y acariciaba la melena de Adela. – Es que me siento muy sola. No sé qué hare.
- Adela, no te preocupes, y ya no te sientas sola. Porque yo estere aquí si tú lo quieres.
-Gracias Andy
-Te quiero mucho…

Adela lo miro cuando se separaron y se acostó en la cama. Tenía sueño, y no tardó mucho en dormirse.  Andy la observo dormir, sabía que Adela no lo quería de la forma en la que a él le gustaría, pero el ahí estaría para lo que ella necesitara.

Fin




Bueno sé que me tarde en terminar la historia pero corregí demasiadas veces este capítulo y no me gustaba como me había quedado, sé que esperaron mucho tiempo y estoy consciente de ello. Pero hace un año me mude a vivir a una hacienda de México  y si a eso le sumamos la falta de señal pues ustedes dirán, pero yo les recompensaré la espera en la  segunda temporada y claro mañana juro que publico el epilogo. Muchas gracias por esperar y leer. 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Capitulo 32



Capítulo 32
Ya casi…

Mire la calle antes de cruzar al otro la, donde Tom se encontraba esperándome sentado en una banca.
—Perdón por la tardanza—Me senté a su lado
—Has tardado mucho
—Lo sé, lo siento tuve un problema
—Bueno no importa Dan—Aseguro Tom—Muero de hambre vamos por una hamburguesa o algo, yo invito—Camino a todo prima hasta la cafetería y yo lo seguí de cerca.
— ¿Y Georg?
—Esta con Andy—Contesto de mala gana
— ¿Aun no se hablan?
—Es un imbécil—Afirmo Tom empujando la puerta se acercó al mostrador y ordenamos, caminamos a la mesa más cercana.
— ¿Y se puede saber el motivo?
—Es un traidor, quiere con mi novia
—No sabía que tuvieras novia.
—Adela, Adela Trumper la prima de Bill
— ¿Y cómo es ella?
—Es hermosa—dijo cuándo una chica nos traía la orden—Pero no hablemos de mí, Dan, yo no sé nada de ti.
—No ay mucho que saber—Lo mire—Me llamo Daniel mis padres son separados, tengo 16 años me gusta dibujar y esas cosas ¿y tú?
—Igual no mucho. Mi padre es empresario, mi madre pues ella es muy sociable, nunca está en mi casa. De hecho ninguno lo está. Mama a veces puede parecer muy tonta pero sé que sufre, porque mi padre la engaña. Ella se hace a la que no sabe nada, pero la he visto llorar.
— ¿Y que con tu novia?
—Adela—Suspiro—Adela, pues ella es muy hermosa. Sus ojos son verde parecen dos esmeraldas, tiene un aroma hermoso su cabello ella, es hermosa y muy inteligente y yo soy muy estúpido—Concluyo un poco incómodo, pues el no solía hablar de mi con sus amigos. Sonreí.
Estuvimos un rato más en el parque, platicando de muchas cosas. Hasta que mire el reloj eran las 5 de la tarde, tía simone me esperaría para cenar. En el cielo habían un montón de nubes color gris que amenazaban con chocar entre ella y explotar en lo que sería una fuerte lluvia.
—Tom me tengo que ir, veras me esperan para cenar.
—Paul no tarda en llegar, si quieres espérame y te llevamos a tu casa.
—No te preocupes
—No es molestia Daniel
—Tom—Escuche esa voz chillona de Campbell que se acercaba— ¿Qué tal estas?—Tom se alejó cuando lo quiso besar, y miro a verme— ¿Y quién es tu amigo?
—El es Daniel—Contesto Tom. Ella me examinaba de pies a cabeza.
—¿Por qué te me haces conocido?
—Lo dudo—Respondí con brusquedad—Mi familia es nueva en esta ciudad—mire nuevamente el reloj—Bueno Tom te veo otro día.
—Que chico tan extraño—Escuche que le decía a Tom


Me apresure a caminar hasta casa, pero empezó a llover, primero muy despacio y después muy fuerte. Así que llegue mojada. A casa. Bill estaba ahí plantado en la puerta de la casa muy asustado, al parecer había visita.
— ¿Qué te ocurre?
—Tom está en casa con su madre, en la sala con mamá—Mi corazón dio un vuelco—Toma, dije que estabas en casa de Ariana aquí ay ropa cámbiate rápido y tocas el timbre
Me puse como pude la ropa que Bill había sacado para mí y me moje en la lluvia para no levantar sospechas. Toque el timbre y fue Bill el que abrió la puerta, camine a la sala.
—Buenas Tardes—Tom y su madre miraron a verme
—Buenas tarde—Mi tía se apresuró a jalar de mi mano y me senté a su lado
— ¿Y qué pasa?—La mamá de Tom me observo mientras le daba un sorbo a la taza de té que tenía enfrente.
—Bueno la madre de Tom y Tom les gustaría invitarte a un viaje. ¿No es así señora Kaulitz?
—Sí, bueno mi esposo tiene  un par de reuniones para navidad y año nuevo en New York y nos gustaría que mientras él está en lo suyo tu vengas conmigo y Tom a pasar las vacaciones. Es decir pero tu tía dice que claro que nos ayudaría para que tu tío te conceda el permiso. ¿Dime Adela?
Mire a Tom, a mi tía a la madre de Tom a Bill. Y entonces recordé aquella única vez que papá y mamá me llevaron de vacaciones ahí para navidad y año nuevo. Era una buena forma de recordarlos. Además ya faltaba poco para las vacaciones y si quería ir.
—Si—Asentí y Tom sonrió—Claro que si me gustaría ir.
—Bueno—Dijo mi tía—Entonces o le aviso cuando falten dos semanas
—Claro que sí, esperare su llamada.
Más tarde hablaba con Tom por teléfono.
—Ya quiero que llegue vacaciones—Me decía
—Cuando yo era una niña mis padres y yo fuimos de vacaciones ahí, y en central park ponen un hermoso árbol de navidad y en año nuevo se ve hermoso cuando los juegos artificiales se dispersan en el cielo.
— ¿Quieres ir ahí?
—Solo si es contigo.

Mi humor fue muy bueno toda la tarde y noche, pero duro solo hasta la mañana siguiente, a la hora del descanso, Campbell se acercaba dándose sus ya típicas ínfulas de grandeza hacia donde Ariana y yo estábamos sentadas haciendo tareas.
—Hola Adelita—dijo en tono burlón, recogí los libros y los guarde en la mochila
—Mi nombre es Adela, grábatelo—Nos miramos con desdén— ¿Por qué no me dejas de molestar Campbell?
—Porque tienes algo, que es mío.
—Campbell hablas como si Tom fuera un objeto y no, él es tuyo. Él es mi novio ya entiéndelo.
—El solo te está utilizando. —Y se le dibujo una sonrisa estúpida
— ¿Cómo lo hizo contigo?—y en un segundo se le borro la sonrisa. —solo contéstame ¿Cuándo era tu novio, alguna vez te llevo a su casa? O te presento a sus padres, ¿sabías que tiene un perro? ¿Acaso te presentaba a todos como su novio? ¿O te invito a pasar las vacaciones con su familia?
Campbell me miro furiosa y se fue indignada de ahí era obvio que a ella si la había utilizado.
Desde aquel día el tiempo comenzó a pasar rápido, yo ansiaba por que llegara las vacaciones quería ir con Tom. Y estar con él ahora entendía que lo de Andy era más bien un gusto pasajero. Solo quería estar con Tom. Por qué Tom me hacía sentir cosas bonitas que Andy solo podía lograr tener un poco de ilusión. Aunque no me podía quejar porque él era mi compañero de clases con el hacia todas las tareas que dejaban en equipo. Y era brillante está a mi nivel Tom, bueno el hacía equipo con Gus y casi siempre el hacia las tareas solo.
Una espantosa tarde me encontraba esperando a Tom, cuando Campbell llego.
—Hola Daniel—La mire y asentí con la cabeza— ¿Sabes eh estado pensando mucho a quien me recuerdas?
— ¿Aun sigues con eso?
—Bueno, eres muy extraño y el otro día llegue a la conclusión de que siempre te vez presentable, tienes un aroma agradable eres muy delicado ha claro eso sin contar que esos imbéciles, te tratan como si fueras a romperte si llegaran a pegarte.
— ¿De qué hablas?—Dijo Geo—Yo no lo trato con delicadeza—Geo no sabía que era Adela y me dio un puñetazo sin medir su fuera y sentí que el alma se me salió Andy lo noto y me empujó hacia Gustav, y Gustav hizo lo mismo Bill igual. Me sentía como un trapo viejo. Andy me iba a volver a aventar hacia Bill pero en cuanto lo tuve de frente le di un puñetazo en la cara y Salí huyendo de ahí, sin ver a Tom.
Corrí hasta estar segura de que estaba lejos de ello, llegue a una calle antes de mi casa y me quita la gorra un poco agitada, cuando sentí una manos rodear mi cintura, empezó a patalear y dar manotazos al aire.
— ¿Por qué demonios me golpeaste?
—No sabía que hacer—Dije liberándome de él. —Tu prima empieza a saber algo
— ¿Crees que no me he dado cuenta? Se la pasa preguntándome por Daniel
—Demonios, estoy pérdida.
Un par de días más pasaron, Andy venia casi a diario para hacer algunas tareas. Galletas se aproximó a él y comenzó a ladrarle.
—Tu pulgoso me odia.
—Por qué te la pasas diciéndole pulgoso—Mi pero se acercó a mí, le acaricie el hocico Andy me sonrió mientras me pasaba las hojas en donde habías resuelto las ecuaciones. Estábamos callados hasta que el timbre del móvil de Daniel nos sacó de la concentración, era Tom le mostré la pantalla
—Contesta—Me dijo con severidad, aclare mi garganta y conteste.
—Bueno—Nadie contesto, solo se escuchaba la respiración furiosa de alguien—Bueno
—Daniel, necesito que vengas a mi casa es importante.
— ¿Ocurre algo?
—Quiero que vengas si no lo haces soy capaz de buscarte por todos lado y matarte
—En media hora estoy ahí.
— ¿Qué te dijo?
—Es molesto pero no sé por qué dijo que si no voy es capaz de matarme. Iré a verlo.
—Voy contigo—Dijo Andy mientras guardaba los libros.
—Pero él y tu…
—Si está molesta es capaz de estar esperándote con sus amigos para golpearte. Y no quiero que te golpee recuerda que él—  no sabe que eres una chica, te lastimaría y no le importaría.
—Está bien—Dije mientras entraba al baño.
15 minutos más tarde nos encontrábamos yendo hacia casa de Tom, con la lluvia que empezaba a caer como una fina capa de agua en la ciudad, pasaba más de las 2 de la tarde y resulto que no fue necesario llamar Tom estaba en el jardín de su casa. Y Andy tenía razón ahí estaba Georg y dos chicos que no sabía su nombre y la odiosa de Campbell.
— ¿Qué hace Andy aquí?
—Es que fui a su casa a jugar Xbox. ¿Qué pasa Tom?—Pregunte con miedo
— ¿Qué pasa? Quiero que me expliques desde cuando conoces a mi novia.
— ¿De qué hablas yo no la conozco?
—No la conoces—me paso una foto en donde se veía a Daniel saliendo de mi habitación, trague saliva— ¿Que tienes que ver con ella?
—Este es el colmo de la estupidez—Dijo Campbell—es obvio que él no tiene nada que ver con ella, porque Daniel es—Andy se apresuró a taparle la boca a su prima y la sostenía muy fuerte mientras ella luchaba por zafarse de Andy, Andy le susurro algo y Tom me empujo, muy fuerte que me hizo caer al suelo, Andy ya no sabía qué hacer. Si soltaba a Campbell diría la verdad. Y tampoco podía ayudarme.
Me levante pero me encontré nuevamente en el piso cuando Tom me golpeo tan fuerte en el mentón que caí me apresure a levantarme pero no podía mantenerme en pie, lo mire, sin saber qué hacer. Y nuevamente me encontré en el suelo Tom me daba golpes y patadas.
—Ya basta Tom—Grito Andy—Lo mataras—Tom miro a ver a Andy y luego me tomo muy fuerte de la playera y me aventó hacia Georg que me sostuvo muy fuerte. Andy aún tenía a su prima. —Tú no te metas que después vas tu. —Georg—
—Te voy a soltar—Susurro—Adela sé que eres tú, por favor ve corriendo hacia la cafetería Tom te seguirá pero ve lo más rápido que puedas ahí esta Bill Andy yo te alcanzaremos ahí. —Tom Andy tiene razón
—Cállate imbécil—Georg me soltó, Andy pateo mi patineta y me apresure a irme, Georg tenía razón Tom me seguí, él iba corriendo. Y yo me apresuraba a andar por ahí con la patineta, casi me atropellan al pasar pero Tom seguía ahí atrapado en el semáforo. Choque contra unos niños que andaban en bicicletas.
Caí lejos en un pavimento mojado y sentía que era incapaz de levantarme, me dolía algunas partes de mi cuerpo y estaba sangrando. Como pude me levante y comenzó a correr bajo la lluvia que ahora era más fuerte, mi ropa estaba mojada y sucia y tenía sangre. Mire a ambos lados antes de pasar a la calle. Pero me quede petrificada a mitad de la calle cuando vi a Tom enfrente de mí. El claxon de un automóvil me hizo salir de ese trance. Ariana, Bill y Gus salían de la cafetería y detrás de mí venían Andy y Georg. Tom se apresuró a alcanzarme, di unos pasos antes de que me empujara y cayéramos en un charco de agua. Se estaba preparando para golpearme nuevamente, y entonces Bill grito.
—No. Tom Daniel es Adela—La mano de Tom quedo suspendida en el aire y me miro, y busco algo en mi mano derecha hasta que comprendí que era lo que buscaba. Me miro y como pudo quito la gorra esparció mi cabello.
—Adela—Dijo con cara de decepción, de enojo, ira y mucho más.
Ahora ya no había vuelta atrás.


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